Joshua Lim es el jefe de derivados en Genesis Global Trading, un intermediario principal (prime broker) de servicios integrales para activos digitales.
La rama de productos derivados de Genesis Trading is altamente exitosa y todavía se encuentra en crecimiento: durante el último trimestre, la plataforma gestionó más de USD 12 700 millones en operaciones de derivados, lo que significa un incremento trimestral de más del 50%.
Lim dice que se incorporó a la compañía en un momento en el cual el mercado no tenía la necesidad de contar con productos de intercambio de activos digitales más complejos.
«Había mucha demanda de instrumentos de cobertura como una manera de expresar visiones muy matizadas sobre el intercambio de criptomonedas. En realidad la manera correcta de hacer eso es usar derivados: puts, calls y forwards», explicó.
Los tipos de productos a los que Lim se refiere han sido más comunes dentro de la operación de activos más tradicional durante mucho tiempo, pero su disponibilidad es menor en el espacio de los activos digitales. Un usuario podría comprar un put en un activo con la expectativa de que el valor del activo subyacente baje; si eso ocurre, el operador obtiene una ganancia. Un titular de Bitcoin podría arriesgar sus posesiones para vender calls a otros operadores que esperan que el precio suba hasta cierto monto al llegar determinada fecha. Estos productos permiten una variedad más amplia de intercambios. En el caso de los activos digitales, que normalmente son más volátiles que otras clases de activos, la demanda de estos productos más complejos es inevitable.
En muchas sentidos, el cargo de Lim es un síntoma de una industria de activos digitales que madura rápidamente. Hasta hace poco, los derivados de activos digitales eran poco comunes; ahora son algo de todos los días. Pero la disponibilidad de derivados no es solo una señal de esta madurez, también es un catalizador.
«Creo que la parte más importante de la industria de activos digitales actual es la manera en que está evolucionando para convertirse en algo mucho más institucional. Piensa en la evolución de las criptomonedas desde sus inicios, cuando eran mucho más impulsadas por las ventas minoristas, y muchos de los usuarios minoristas usaban intercambios offshore para sacar provecho de las criptomonedas».
«Aún hoy, mucha de esa demanda minorista sigue allí. Tal vez mucho de eso se canaliza a través de la financiación descentralizada y más protocolos en cadena. Lo que está sucediendo en el espacio de derivados es el ingreso de mucha más participación institucional. Puedes medir esto con los volúmenes que operan en CME (un intercambio altamente regulado en los EE. UU.), puedes medirlo también por el monto de volumen operado en productos enlistados en intercambios como los productos de Grayscale Trust y los productos ETF canadienses».
«Existen muchas maneras y nuevos formatos para que los inversionistas institucionales consignen en Bitcoin sin tener que tocar el activo directamente, y muchos de esos formatos involucran a los derivados en cierta medida».
Sin embargo, a pesar de toda la emoción que existe alrededor de este aumento del interés institucional en activos digitales, desde la perspectiva de inversores institucionales, todavía queda mucho camino que recorrer desde los mercados más tradicionales.
«Creo que para las instituciones, el mayor obstáculo suele ser regulatorio o de problemas de cumplimiento normativo en AML (contra el lavado de dinero)», explicó Lim.
«Obviamente existen muchas regulaciones sobre el flujo de fondos que entran y salen de un protocolo y sobre la fuente de donde provienen esos fondos y cómo se pueden identificar los participantes en un protocolo en particular. Me parece que las instituciones están comenzando a participar más activamente con los protocolos para desarrollar soluciones incluidas en la lista blanca, soluciones con permisos, soluciones cerradas donde existe un subconjunto de todo el universo que tiene permitido interactuar».
El rápido crecimiento al que Lim se refiere está bien documentado, y el tumulto de los últimos dos años sin duda ha ayudado a acelerarlo aún más. Un estudio realizado por Fidelity a inicios de este año mostró que el 44 % de los inversores institucionales se han vuelto más abiertos a invertir en activos digitales durante el curso de la pandemia. Fidelity también reveló que siete de cada diez inversores institucionales esperaban invertir o comprar activos digitales en el futuro cercano.
¿Pero hacia dónde va todo eso? El extremo final de cualquier tipo de adopción parece ser lo que sucede en El Salvador, un país que ha incorporado a BTC como moneda de curso legal en el país, lo que ha suscitado mucha polémica.
«Si se ve a El Salvador como un pionero por adoptar al Bitcoin dentro de su sistema de divisas, consignándolo como un activo de reserva, creo que esto constituye el verdadero comienzo de este tipo de tendencia: usar al Bitcoin como un tipo de sustituto de reserva de valor a nivel nacional».
«Contar con este nivel de impulso con entidades nacionales y supranacionales siempre ha sido un gran sueño para los primeros adoptantes de Bitcoin. Lo que estamos viendo cada vez más es que para este tipo de países, que históricamente podrían tener dificultad para estabilizar su moneda o régimen cambiario, el uso de Bitcoin de cierta manera abre o democratiza el acceso a formas de valor más estables».
«Históricamente, gran parte de ese papel ha sido desempeñado por el dólar americano en cierta medida, pero debido a la accesibilidad del Bitcoin a través de muchas plataformas de intercambio y aplicaciones de pagos minoristas, creo que este se está convirtiendo en algo más factible para los usuarios regulares… para adoptarlo como una forma de almacenar valor».
Otra inevitabilidad de esta creciente adopción institucional, como catalizador y resultado, es que los reguladores se están involucrando más en el espacio de activos digitales. Para una empresa como Genesis Trading, esto solo puede significar algo positivo. De hecho, Lim afirma que los reguladores pueden hacer más para reforzar las normas que gobiernan este espacio.
«Un problema común que enfrentamos con el marco reglamentario es que existe una amalgama de agencias, tanto a nivel estatal como federal, que quieren imponer regulacionmes en criptomonedas desde muchos puntos de interés diferentes».
«Muchos de estos reguladores a nivel estatal tal vez están preocupados por la protección de los consumidores, y gran parte de los reguladores a nivel federal se preocupan por cosas como dónde se ubican las criptomonedas dentro del código fiscal y todo lo que media entre ambos.
«Me parece que algo que sería de gran ayuda sería tener un enfoque más coordinado. Y estamos viendo que esto sucede cada vez más seguido conforme este tipo de regulaciones son codificadas dentro de la legislación a nivel federal».